Pues no...la cifra
referida no es el premio de la lotería en el último sorteo navideño, sino la
cantidad de grullas que el equipo de censos de la Zona Centro contabilizo en
áreas de comederos el 20 de diciembre de 2.013, récord de estas aves en todos
los censos que se llevan realizando en este sector, y que supera en cerca de
21.000 grullas, a las 61.225 contabilizadas en diciembre de 2.012.
Estas cantidades
siguen una evolución positiva desde que en 2.007 SEO-Birdlife en su censo cifrase
las grullas de la Zona Centro en 39.000, cantidad que en tan solo 6 años se ha
más que duplicado. Por otro lado el censo simultaneo en Aragón con cerca de
60.000 (donde también se duplican las cifras del censo de 2.007) sumado a las
aves que permanecen en Francia 69.000 (Lac du Der y Arjuzanx) y las mencionadas
para la Zona Centro hacen una cantidad de 211.000 aves.
En otros sectores
extremeños la cifra puede situarse en las 50.000, y no es demasiado aventurado
cifrar las aves del resto de España (Andalucía y Castilla la Mancha sobre
todo), Portugal y norte de África en otras 40.000, con lo cual se alcanzarían
las 300.000 grullas invernantes en el núcleo occidental.
Hace apenas unos
días aún pasaban grullas por Madrid capital en dirección SO, en función de los
constantes movimientos que en uno y otro sentido se producen a lo largo de prácticamente
todo el invierno, difícilmente se puede delimitar cual es la verdadera cifra de
aves que invernan en cada zona sin definir claramente las que están en paso migratorio,
cuestión totalmente irrisoria en una especie tan trashumante como la que aquí
tratamos.
Sin duda el censo
obtenido en la Zona Centro, que es usado como colector de entrada para los
núcleos grulleros de la provincia de Badajoz, esta engordado por aves que en
condiciones normales se situarían en estos núcleos más hacia el sur y este,
como es el caso de la Serena, cuyos números son paupérrimos para bien entrado
el mes de diciembre, y que pueden tener relación con una escasez de bellota la
presente temporada (amén de otras cuestiones que inciden sobre este fruto,
carga ganadera, situación del arbolado, retraso en la maduración...), en
resumidas cuentas las grullas que tenemos en el sur de Europa son una cantidad
lo suficientemente grande para traslucirse como el mayor prodigio natural del
viejo continente, y como patrimonio de todos los europeos incidir más en su
conservación no tanto sobre el papel sino de cara a su dependencia de la
agricultura y ganadería, con medidas solidarias para la especie y entre
propietarios.
Digo bien entre
propietarios y vecinos, que no ven más allá de su propio campo y provecho, no
pensando que si aran su rastrojo de maíz, las grullas se irán a la siembra del
vecino, o si fanguean todo el arroz de sus campos incidirán más sobre la
montanera de la misma finca. Urge una política común europea hacia las aves
migradoras que son de todos, y especialmente hacia las grullas, porque a estas
alturas del siglo XXI no nos van quedando demasiados prodigios naturales que
conservar y legar a nuestros sucesores.
Finalmente y
aprovechando las fechas, agradecer a todos los seguidores del Blog por sus visitas, y desearles un Feliz nuevo año grulleril.
Equipo de censos en
la Zona Centro, Diciembre 2.013: Manuel Gómez Calzado, José Antonio Román
Álvarez, Emilio Peña Morales, Fernando Yuste, José Ángel Sánchez González, Francisco
Borja García Maldonado, Juan Pablo Prieto Clemente y José María Benítez
Cidoncha. Colaborador en Madrid: Eduardo Fernández Martín.
feliz año para tí también Manolo y gracias por las buenas nuevas que acompaña esa cifra y por supuesto tus reflexiones. No puedo estar más de acuerdo en que urge una actitud solidaria con los propietarios de esos terrenos, a todas luces no es justo que soporten las molestias que sin duda le ocasionan nuestras amigas. Y desde luego el pago de los perjuicios causados debe ser proporcional y rápido de tal forma que esos mismos propietarios no las vean como sus enemigas. Está claro que ese empuje tiene que venir de Europa porque no veo yo a nuestros gobiernos con la valentía y las ganas suficientes para encarar y solucionar el problema.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial Manolo y gracias por las noticias.
Hola Paloma, efectivamente como bien dices los agricultores no deben de pagar las facturas de la alimentación de las grullas, si bien es cierto que un porcentaje de aprovechamientos en los recursos de la zona por parte de esta especie no causan ningún tipo de daños. Me refiero a los rastrojos de arroz, maíz y cereal en secano, utilizables perfectamente; una parte de ellos son manejados de forma inadecuada de cara a este uso, y precisamente si se dejasen sin manejar o se pospusiesen a la marcha de estas aves, las grullas tendrían más alimento no perjudicial para la economía humana, a eso me refiero en la entrada. Un cordial saludo.
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