Seguidores

viernes, 31 de julio de 2020

Pánico en la colonia

Macho de Aguilucho cenizo en colonia de la especie.

Recientemente finalizada la campaña de conservación de aguiluchos cenizos y otras aves ligadas a ambientes esteparios, con el vuelo de los últimos jóvenes a finales de Julio, en líneas generales podemos hablar de unos resultados muy positivos con una productividad que hacía más de una década no conseguíamos ver en esta especie. Además de las medidas tomadas para la preservación de los nidos de aguilucho, dos factores han sido fundamentales para la obtención de tan buenos resultados, la presencia abundante de langosta y una primavera lluviosa, probablemente ambos aspectos ligados entre sí, y sin duda junto con la preservación del hábitat conforman los ingredientes básicos para la pervivencia futura de las aves esteparias.
La presencia de langosta es vital para las aves esteparias.

En la naturaleza nada es seguro, nunca dos y dos suman cuatro, hay siempre agentes externos que interactúan y donde menos esperamos surge un contratiempo o un predador oportunista que nos da al traste con el trabajo en alguna de las diferentes colonias que todos los años manejamos. Desgraciadamente el aguilucho cenizo, sus pollos y sus nidos son plato apetecible para una gama enorme de predadores.
Llevo trabajando en la protección de la especie más de 25 años, y cada campaña tiene su afán, al principio el paso de cosechadoras y empacadoras fue el mayor peligro para la especie, una vez sensibilizados, puestos a colaborar agricultores y ganaderos, la siguiente circunstancia con la que tuvimos que luchar fue contra el magnífico plantel de predadores con que cuenta la especie: desde la culebra bastarda, al cuervo, pasando por diferentes especies de águilas, meloncillos, perros asilvestrados...
La base de la campaña son dos métodos de manejo, a veces superpuestos, que últimamente están dando un buen resultado, y con los cuales hemos conseguido mantener estable la población de cenizos en nuestra zona de trabajo, entre los embalses de Orellana y Zújar-La Serena, se trata del cerco metálico y los retrasos de siega. Además estás últimas temporadas hemos minimizado el acceso a los nidos, salvo en el momento de colocar los cercos, mediante el uso de drones, que nos evitan dejar rastros para predadores en la entrada a las siembras.
Uso de drones para el seguimiento de nidos.

El Zorro es el principal enemigo del Aguilucho cenizo en la zona, actúa exclusivamente sobre nidos, tanto en huevos como en las diferentes fases de edad en pollos que no vuelan aún. El Milano negro es junto al Jabalí, el segundo de los enemigos más acérrimos de las pequeñas rapaces, actuando alguna vez en nidos, pero fundamentalmente sobre jóvenes recién volados, cuando sus capacidades de maniobra son más bien escasas, en ese momento el pirata captura con alguna frecuencia estas presas; el jabalí actúa igualmente sobre nidos, cada vez es mayor su proliferación, grandes piaras descansan e incluso se reproducen en el interior de las siembras, y es aquí, cuando coinciden con alguna colonia de cenizos, que arrasan los nidos reduciendo la colonia a la nada.
El zorro es el principal enemigo de los nidos de Aguilucho cenizo.

Desde hace años, el Aguilucho cenizo también cuenta con un enemigo formidable, silencioso, nocturno, fuerte como casi ninguno de los anteriores. Este predador no sólo actúa sobre nidos y jóvenes volados, también y de forma alevosa sobre los adultos, sin duda es el terror de la colonia, sin lugar a dudas es el predador perfecto, admirable, aunque nos cueste reconocerlo porque da al traste con nuestro trabajo, como ya habréis adivinado, se trata del Búho real.
El Búho real, vampiro de la noche en la colonia.

Desde principios de mayo, actuamos sobre una colonia de unas 15 parejas de aguilucho cenizo, dejando una parte importante de la hoja de siembra, a través de un acuerdo con el propietario como retraso de siega hasta la primera decena de Julio, fecha en la que habitualmente ya han volado todos los jóvenes cenizos perfectamente. Otra parte de la colonia es segada en verde, para heno, los rodales que se dejan, según van naciendo los pollitos son cercados con valla metálica para evitar predación. Aunque sabemos que en el campo nada es seguro, tenemos buenas expectativas para esta colonia.
Ceba en nido de aguiluchos, protegido con cerco metálico.

Los pollos van creciendo poco a poco en la tranquilidad que le pueden ofrecer los métodos de manejo, empiezan a volar los primeros jóvenes a primeros de junio, y además la hoja con retraso de siega cobija un importante dormidero de aguiluchos todas las noches. Esta situación, con presencia de tanta comida y la conocida animadversión del Gran Duque por las rapaces diurnas, no pasa desapercibida para este gran predador.
Búho real, siempre vigilante.

Comenzamos a ver en lo alto de grandes alpacas (imposibles de acceder por parte de Zorros u otros mamíferos carnívoros), desplumaderos con restos de Aguilucho cenizo, en un principio sólo jóvenes recién volados, posteriormente  vemos que incide sobre pollos que aún estaban en nidos, y más tarde comenzamos a ver desplumaderos por la zona de ejemplares adultos, principalmente hembras. El terror en la colonia se palpa, al dirigirnos a ver la situación de los nidos, la actitud de las hembras no es de realizar sus habituales gritos de alarma, nos resulta extraño, casi no las vemos en la zona, sin embargo las intuimos porque los nidos con cercado continúan todos activos y con el crecimiento correspondiente de los pollos.
Restos de aguilucho cenizo sobre alpaca.
El búho real continua atacando a diferentes componentes de la colonia, a veces con saña, aplasta la cabeza de un adulto o un pollo y lo deja allí, como avisando que es su territorio y que no los quiere allí, la mayoría de las veces deja desplumaderos y transporta los restos de sus presas fuera, sus pollos deben estar grandes y ser voraces. Utilizamos cámaras de foto trampeo, colocadas en posaderos, en nidos…, no es necesario para saber quién es el protagonista, siempre deja su firma, al lado de los desplumaderos, encontramos restos de plumón de la rapaz nocturna.
Hembra muerta por el Búho en la colonia.

Al observar que también preda sobre algún nido de la zona reservada, optamos por colocar también cercos metálicos a estos nidos, finalmente resultan salvadores pues no vuelve a incidir sobre ningún otro nido. Alrededor del 20 de junio, comprobamos que el episodio de predación por parte del Búho finaliza, al menos en la colonia y su área periférica, tras predar una docena de jóvenes volados y adultos, y al menos dos o tres pollos medianos en el nido.
Grupo con 5 jóvenes volados en la colonia.

Como comentaba al principio, en líneas generales ha sido una buena campaña, con muchos jóvenes volados de la especie, que sin duda son el preludio de continuidad de esta rapaz que cada vez se encuentra en situación más extrema en nuestros campos. Desde aquí quiero agradecer el fuerte compromiso de los miembros del grupo: Mauro Rodríguez, Juan Parralejo y Miguel Gómez, el apoyo incondicional de nuestros compañeros suizos, aunque este año por las circunstancias de pandemia no nos hayan acompañado fisicamente, y la colaboración de agricultores y cosecheros de la zona.
Retirada de cercos al final de la campaña.