Miles de olivos ocupando territorio grullero en la vera de Gorbea |
En próximos días comenzaran a llegar las grullas a pasar una
nueva invernada en tierras de la Zona Centro de Extremadura, estos últimos
años, cada otoño que llegan encuentran su territorio de campeo cada vez más
cercenado y reducido, todo ello no parece tener fin, el monocultivo de olivo se
impone cada año con mayor fuerza, y la
administración se ve incapaz de gestionar un espacio natural sistemáticamente
dejado de la mano de los intereses de unos pocos grandes propietarios, que hacen
y deshacen a su antojo y provecho.
En esta ocasión cuando las grullas pisen este área se darán
cuenta de la desaparición de dos lugares emblemáticos para su desarrollo y
supervivencia en la zona, nuevamente y como en anteriores ocasiones la causa es
la implantación de olivar intensivo en sus comederos: “la Vera de Gorbea” y
“Moheda Alta”, ambas en el término municipal de Navalvillar de Pela, y en ambos
casos con cambios de cultivo en más de 120 hectáreas cada una.
Ambas se sitúan en la Zona ZEPA-ZEC “Vegas y dehesas del
Ruecas, Cubilar y Moheda Alta”, en ambos casos se trataba de terrenos
previamente utilizados como regadío, pero que ocupados básicamente por cultivos
de arroz y maíz, se convertían en comederos inmejorables para grullas, gansos,
aves acuáticas y limícolas, y una buena representación de aves rapaces, todo
ello no ha servido de nada a la hora de permitir estos cambios.
La “Vera de Gorbea” forma parte de la finca Gorbea, y en
anteriores años incluida en la Reserva biológica de Adenex denominada “El
convenio”, tal era su importancia que se estableció un refugio de caza, donde
las grullas y otras especies tenían tranquilidad y comida los días de caza,
presentaba concentraciones de miles de grullas, pero tampoco era raro ver
Elanios azules, Cigüeñas negras o grupos invernantes de Sisón, en sus
pastizales y siembras de cereal. Posteriormente fueron transformadas en
cultivos de maíz, igualmente aprovechados por miles de grullas y ánsares
comunes, para finalmente este año cultivarlas masivamente de olivar intensivo.
En “Moheda Alta” se estableció los años anteriores un
proyecto de alimentación suplementaria de grullas y otras aves invernantes, en
una zona de arrozales, donde tradicionalmente pasaban el invierno miles de
ánsares comunes y grullas, así mismo, estas establecían cada año uno de los
dormideros más importantes de toda la Zona Centro, como botón de muestra
algunas fotos de aquel entonces. También este año han sido definitivamente
transformadas en olivar intensivo; precisamente en el borrador del plan de
gestión de la ZEPA, las zonas húmedas del entorno de Moheda Alta estaban
catalogadas como de Alto interés ….papel mojado. Las instalaciones y torretas
de observación del Parque periurbano de Moheda Alta, que tanto dinero han
costado, ahora cuentan con un magnífico mirador de olivares intensivos.
Cigüeña negra en los arrozales de Moheda Alta |
Arrozales de Moheda Alta, con notable presencia de grullas y ánades rabudos |
Aunque estas dos zonas son las más representativas de las
alteradas este ultimo año, no son las únicas, muchos de los arrozales y
maizales que forman la base principal de la alimentación de las grullas están
siendo transformados en olivares, frutales o almendros intensivos, y las
expectativas para los próximos años van todas en esa línea, arrozales en “El
Bodonal” y “El Chaparral” de Acedera, en “los Cerralbos” de Logrosán, y un largo etcétera. Las dehesas tampoco se salvan de la fiebre, y
lugares antaño con gran riqueza ornitológica como “la Dehesa de Zarzalejo”
cayeron en el olvido y en ellos ya crece un exuberante olivar-almendral.
Me asaltan algunas dudas referente a esta proliferación de
cultivos arbolados, en la línea que viene marcando el cambio climático con años
cada vez menos lluviosos, ¿es asequible tener cultivos que es necesario regar
todo el año ante la falta de lluvias, para mantenerlos productivos?, ¿tal
cantidad de arboles, con millones plantados estos últimos años, cuando empiecen
a producir, no hundirán los precios?
Malas perspectivas para la próxima e inmediata invernada de
las grullas, a los mencionados cambios de cultivo que se aluden, habría que
añadir el año extremadamente seco que vivimos, las siembras de arroz y maíz se
han apurado al extremo, y en el caso de maíz están siendo pastoreadas
masivamente por falta de otros pastos para el ganado, otro tanto ocurrirá con
la montanera, y las siembras de cereal de momento y sin agua aún ni atisbo.