La conjunción del
fuerte viento de los últimos días, unido a la presencia de altas concentraciones
de Grullas y la falta de señalización de
un tendido eléctrico de baja-media tensión, se configura como el cóctel que ha
producido el accidente masivo que ha costado la vida a 30 de estas aves en un
paraje cercano a la localidad de Madrigalejo (Cáceres).
La línea eléctrica
que transcurre prácticamente paralela a la carretera EX-355, desde la N-430, y
que llega a las inmediaciones de la localidad mencionada, se configura como una
jaula mortal que atraviesa uno de los principales comederos de la Grulla común
no solo de la región extremeña sino de toda Europa, lo cual y a pesar de que se
trata de una especie de interés especial y son miles las que sobrevuelan a
diario durante los meses de invierno esta zona, no ha servido aún para la
señalización de la misma.
Entre las aves
muertas, no se encontraba ninguna anillada, y de ellas tan solo una era joven
del año, siendo el resto ejemplares adultos acompañados de algunos subadultos; cadáveres
que fueron transportados por agentes de Medio Ambiente que acudieron a
verificar los hechos al Centro de recuperación de "Los Hornos".
El plan de uso y
gestión de la especie contempla la señalización de aquellos tendidos eléctricos
que puedan resultar peligrosos para la especie, circunstancia que de momento no
han podido disfrutar los ejemplares muertos el pasado fin de semana.
El espectáculo que
ofrecían varias decenas de grullas muertas salpicando los rastrojos de maíz era
algo dantesco, varios de los cadáveres ya habían sido parcialmente mutilados
por predacción, como muestra las imágenes que acompañan la entrada, esperemos
que en el futuro corran tiempos mejores para la especie en Extremadura.