Continua la
destrucción medioambiental acelerada en la Zona Centro, unas veces es el
arranque de encinas, otras veces la puesta en regadío de parcelas de secano
vitales para las aves esteparias, o la plantación de olivar intensivo en
parcelas de encinar o maizales..., uno de los últimos capítulos llevados a cabo
el pasado otoño nace de la restauración en la torre de la Iglesia de la
Asunción en la localidad de Acedera, que como muchos sabemos sirve de cobijo a
una de las mayores colonias de Cernícalo primilla (Falco naumanni) de la
provincia de Badajoz.
Obras de remodelación en la torre de la Iglesia de Acedera. Noviembre 2013.
Torre de la iglesia, tras la remodelación.
Vista general de la torre en la actualidad.
En esta
ocasión el lúcido y pintado de la torre a ocasionado la perdida de varios
nidales que dicha especie venía utilizando desde hace varios años, como podemos
observar en algunas de las imágenes de la presente entrada, y que probablemente
representen un 15% del total de nidales ocupados por la especie en las últimas
temporadas. Esta colonia declarada ZEPA urbana por la Junta de Extremadura,
cuya designación de poco le ayudo para capear este impacto sobre la misma.
Nidal de primillas en la torre, anterior a su reforma.
Otro nidal previo a los trabajos de restauración.
Otro de los nidales afectado por la reforma de la torre.
Aunque tampoco
le ayuda mucho de cara a la protección de los escasos hábitats tradicionales de
caza en los alrededores de dicha localidad, y que poco a poco van siendo
modificados por cultivos de regadío intensivos, principalmente frutales y
arrozales, en este caso inservibles como cazaderos para los pequeños
halconcillos. Lejanas quedan las alrededor de 80 parejas que se reproducían en
este atalaya a principios del presente siglo, y que seguramente no podrán
disfrutar las generaciones venideras en tan ingente cantidad.
La iglesia
quedo afectada por el terremoto de Lisboa, que acabo con toda su parte trasera,
y también por la contienda bélica de la guerra civil, en la misma torre
remodelada se situaban algunas grietas achacables a ambos importunos eventos,
grietas que como un rayo de esperanza servían de nichos nidificatorios, y que
ya han quedado definitivamente enterrados por obra de las reformas mencionadas.
En fin, deleitémonos
con la belleza de la remodelada torre, que particularmente me hace evocar otro
tipo de monumentos relacionados con las etapas anteriores a su construcción. Me
vienen a la cabeza aquellos pensamientos de mi infancia cuando veía aquella
iglesia como una enorme Arca de Noé, llena de vida, llena de aves, en aquel
pequeño pueblo vecino al mío, que lejos quedan aquellos tiempos....
Vaya horterada de remodelación.
ResponderEliminarHay que tener cara dura. Inadmisible
ResponderEliminar