Las dos protagonistas de la presente entrada,
son otro ejemplo de la fidelidad entre las parejas de grullas, así como también
lealtad a sus zonas de invernada, además hay que añadir los interesantes datos
sobre su biología que aporta su observación a lo largo de sus casi 21 años de
vida, porque ambas grullas nacieron en la primavera de 1994 en la zona de
Brandenburg en Alemania, muy cerca la una de la otra.
Cada una de ellas siguió
su vida de forma independiente, hasta el otoño de 2006, fecha en la cual fueron
vistas juntas, primero en Francia y posteriormente pasando la invernada en la
Zona Centro, con 11 años de edad cada una de ellas, y acompañadas de un pollo
de año igualmente anillado, este jovencito también se convertiría en un asiduo
invernante de estas tierras extremeñas de la Zona Centro durante casi todas las
invernadas y desde la siguiente a su primer paso por aquí.
Casi todos los años
posteriores han realizado su invernada en la misma zona, apenas con un radio de
acción de un par de kilómetros, la mayoría de los años han llegado sin prole,
pero la invernada 2013-2014 llegaron acompañados de otro joven de año, en esta
ocasión la pareja contaba ya con la edad de ¡¡¡ 20 años!!!, edad en la que se presuponía
que ya no se reproduce la especie.
Bueno, parece que el anillamiento y observación de la especie va dando
sus frutos, y ya en el Congreso de Gallocanta comente con algunos especialistas
el caso, catalogándolo como un hecho
raro pero no excepcional, solo queda seguir la especie en los años próximos
para comprobar que algunas otras sorpresas están por llegar.
Nuevamente y como
una pareja de jubilados alemanes, la actual invernada se han presentado en su
rincón extremeño, en esta ocasión sin prole, pero como viene siendo habitual
teniendo una actitud territorial en cuanto al uso del área de campeo,
normalmente se las ve solas, cuando se organiza algún revuelo por molestias de transeúntes,
cazadores o agricultores, se agrupan en
bandos mayores, que saben son más efectivos en labores de huida, y a la vez por
su nerviosismo menos provechosos en labores de alimentación. Las lecciones de
la edad, que también tiene grado en el mundo de las grullas.
Sirva como botón de
muestra, el reportaje fotográfico que pude realizarlas a lo largo de los últimos
8-9 años, y ojala esta información sirva para acrecentar el afecto por esta
especie que tiene seguidores en toda Europa, y que tenemos la extraordinaria
fortuna de tenerla en las puertas de casa.
Encantadisima y feliz de leer esta historia tan emocionante como aleccionadora. Te aseguro que si no estuviera ya profundamente enamorada de estas preciosas criaturas, con lo que cuentas y expones me prendaría de estas Damas grises irremediablemente. Gracias Manolo, muchas gracia.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado Paloma, las grullas siempre enseñándonos cosas. Ya va quedando poco para disfrutarlas, así es que te animo a visitarlas en febrero que son los días un poquito más largos, y parece que están más tranquilas. Un cordial saludo.
ResponderEliminarBeautiful photos. :)
ResponderEliminarThank you Linda. Wellcome.
ResponderEliminarMe parece fascinante!! Gracias por darnos a conocer un poquito más nuestras queridas amigas!
ResponderEliminarHola Juanma, disculpa la tardanza en contestarte, se ve que con tanto pájaro en la cabeza se me paso. Coincidimos ambos en la fascinación por nuestras comunes amigas. Un saludo
EliminarHola, Manolo! Me ha encantado el blog y la sensibilidad que muestras al hablar de estas aves. Las imágenes, tus palabras, el respeto y la defensa...me devuelven la confianza en los de mi especie. Todos los años veo pasar a las grullas . Es todo un espectáculo que espero ansiosa y contemplo tumbada en el suelo disfrutando de su vuelo y su canto. Pero es tan breve que quiero llegar más allá contemplando alguno de los sitios donde anidan. ¿Podrías orientarme?
ResponderEliminarHola Ana, disculpa la tardanza en contestarte, fue una casualidad que viese tu mensaje, porque hoy mismo volví a ver las grullas que protagonizaron esta entrada y la releí de nuevo.
ResponderEliminarNos ocurre igual, yo también las espero con inquietud, aunque por fortuna ahora durante unos meses puedo verlas casi a diario.
En cuanto a tu deseo de visitarlas más allá de sus efímeros pasos migratorios, si lo haces en invierno aquí puedes disfrutarlas de maravilla y por miles. Sus zonas de cría se sitúan en el centro y norte de Europa, ya que aquí se extinguieron como reproductoras a mediados del siglo pasado, aunque algunas ya crían en Francia, la mayoría lo hacen al norte de ese país (Alemania, Polonia, Suecia, Noruega, Finlandia, Rusia y países bálticos).
Un saludo y vuelve a escribirme cuando tengas más dudas sobre tan hermosas aves.