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miércoles, 11 de diciembre de 2019

CUADERNO DE CAMPO: PRIMER TERCIO DE LA INVERNADA



  Una vez transcurridos los primeros compases de la invernada, y cuando aún nos encontramos en el periodo otoñal de la misma, es interesante recopilar algunas notas interesantes sobre  grullas y algún apunte digno de mención sobre alguna otra especie en las últimas semanas.
  Las grullas han llegado algo tarde en referencia a años anteriores, pero quizás sea este el patrón más natural de la especie, y lo inusual sea la llegada desde primeros de octubre que se venía produciendo en las últimas décadas. Tampoco el número de aves parece ser excesivamente alto, muchas grullas han permanecido en Francia hasta bien entrado el mes de noviembre, y en el momento presente aún veo grupos de grullas entrando del norte a la Zona Centro de Extremadura.
  Entre las grullas ilustres que he podido ver durante este periodo, destaca el caso de la Lituana “Ramunas”, anillada como adulto en 2015 y equipada con un GPS, se le realizo un seguimiento muy exhaustivo a lo largo de 2015 y 2016, donde se pudo observar la gran querencia que tenía por el entorno del Embalse de Orellana, querencia que persiste en el momento presente, habiendo llegado emparejada pero sin descendencia, a diferencia del año pasado que pude verla acompañada de su pollo.

Foto: "Ramunas", de vuelta a tierras extremeñas.

  Este ave, desde hace algunos años viene arrastrando problemas con las anillas, pues padece importantes dificultades en sus patas, cojeando en la deambulación, a pesar de ello es una luchadora incansable, ha conseguido quitarse algunas de las anillas que tanta información aportaron, pero que seguramente le costaran la vida, pues su aspecto ya es bastante desgastado, tampoco conocemos su edad, en tanto en cuanto fue capturada como adulta.


  Otras cuantas grullas anilladas observadas en estos días son bien conocidas de anteriores invernadas, y vuelven fieles a sus zonas de querencia habituales, entre ellas una de los descendientes de la famosa familia alemana, que siguiendo los pasos de sus padres, campea por aquellas tierras que sus padres le enseñaron en su primer año de vida.
Foto: Descendiente de la famosa familia alemana, tratada en varias entradas del blog.

  Cada vez se ven menos Ánsares comunes invernando en la zona, este año difícilmente habrán pasado de los 1000 ejemplares, y sospecho que finalmente acabaran dejando de invernar en la Zona Centro, parece ser que cada vez lo hacen más en los Países Bajos, pero tampoco habría que descartar como causa probable las cada vez peores condiciones de la Zona Centro, con una fuerte eliminación de arrozales en los últimos años, y además un uso inadecuado de  muchos de los mismos tras la siega, con arados que voltean la tierra y eliminan los recursos para las aves invernantes.
  El aguilucho lagunero de la imagen también ha conseguido sorprenderme por  fidelidad a sus zonas de invernada, el pasado mes de enero ya pude verlo querencioso a unos arrozales cercanos a Madrigalejo, procedente del área donde nació  en Inglaterra, hace pocos días volví a verlo a escasos metros de aquella primera cita, tras haber permanecido los meses de octubre y noviembre en Bélgica (alrededor de 1.500 Kilómetros de la Zona Centro). Definitivamente, las aves migradoras si que llevan un GPS de una precisión increíble.

Foto: Joven macho de Lagunero con marca alar.

  El otoño es tiempo de Dehesas, tras las tardías lluvias otoñales han reverdecido, y las grullas son el complemento ideal para nuestro ecosistema autóctono. La bellota es el recurso insustituible que le da su razón de ser, la actual obsesión por destruir algunas dehesas buscando un rendimiento inmediato a través de la plantación de olivar intensivo es un sinsentido que afecta a nuestro enraizamiento con el paisaje extremeño, ojala y alguna vez se valore la Dehesa como algo único en el mundo, que nos haga sentir orgullosos de lo nuestro.

Foto: El verdadero rey de la Dehesa.