Observar una grulla anillada es siempre gratificante, pero cuando la fortuna permite encontrarte con una familia de tibias completamente "coloreadas" ya se puede decir que es un golpe de fortuna. Así me ocurrió la semana pasada en unos arrozales próximos a la localidad de Acedera (Badajoz), se trataba de uno de esos grupos familiares solitarios que más o menos territoriales deambulan por este sector grullero. Los componentes de la familia con origen alemán eran dos adultos y un joven; los adultos ambos con combinación azul larga en pata izquierda y respectivamente Amarillo-Negro-Rojo y Rojo-Azul-Blanco en sus patas derechas, estaban acompañados por un jovencito de año con combinación Azul-Azul-Amarillo en pata izda. y Azul-Negro-Rojo en la derecha.
La pareja adulta que fue anillada ya como tal en mayo de 2007 en la zona de Brandenburg-Alemania, la observe en diciembre de ese mismo año prácticamente en el mismo lugar de esta última cita, ya encontrándose claramente emparejados, como seguramente ya lo estaban en el momento de su captura unos meses antes, y en aquel entonces sin descendencia.
Tres años después, José Antonio Román observa la pareja acompañada de un pollo igualmente anillado en la zona de Santa Amalia (Badajoz), que al igual que sus progenitores procedía de Brandenburg.
Este año nuevamente regresa la pareja a tierras de la Zona Centro extremeña y de nuevo acompañada de un pollo de año anillado. Todo un esfuerzo por parte de los anilladores alemanes capaces durante dos años seguidos de localizar, capturar y marcar la descendencia de estas grullas, y desde aquí quiero felicitarlos por su magnífica labor en el seguimiento de esta especie.
La foto que acompaña la entrada la hice desde bastante distancia y con bastante calima, tampoco quise acercarme para no enturbiar su tranquilidad… ¡ya bastante tienen con el “marcaje” tan estricto que les realizan en Alemania!.
Manolo, tiene que ser un gusto reencontrarte con ellas y además con la descendencia.
ResponderEliminarAprovecho para desearte una feliz Navidad y un 2012 lleno de felicidad para tí y tus seres queridos. ¡Que el 2012 sea un buen año de pajareo!
Un abrazo!!
Hola Ramón, por supuesto es muy interesante volver a ver a estas viejas conocidas como luchan por la supervivencia de su especie. Gracias por tu felicitación navideña, yo también deseo que el 2.012 te traiga lo mejor para tí y los tuyos, además de por supuesto, mucho pajareo y de calidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Todo mi respeto para tí por ese gesto de no acercarte más a ellas, de todos modos poco hubiera servido, yo no se si siempre son así de reacias a los seres humanos, o bien desarrollan ese precavido alejamiento de nosotros cuando llegan a éstas tierras. Según tengo entendido en sus zonas de cría se comportan de un modo mucho más solitario y sólo se las ven en grupos familiares, pero lo que no se, y me gustaría, es conocer si por las tierras del norte también le tienen tanta mania a la figura humana. (aunque puetos en sus patas hay que comprender perfectamente que no seamos bichos de su agrado)
ResponderEliminarTe deseo una Feliz Navidad y un Año Nuevo con todo lo que a tí te haga feliz. Gracias por tu blg.
Gracias anónimo, yo también te deseo una Feliz Navidad y lo mejor para 2.012 y siguientes...,estas en tu casa.
ResponderEliminarA las grullas europeas les toca vivir en un continente muy humanizado, difícilmente encontraran espacios sin interferencia humana. No creo que tengan ningún tipo de rechazo hacia las personas salvo su propio instinto de supervivencia, como el resto de especies salvajes, en todo caso siempre esta en la mano de cada uno el máximo respeto por todas ellas.